sábado, 13 de agosto de 2011

Oración, meditación y visualización

Usualmente, el estudiante del sendero encuentra estos tres términos, en ocasiones malamente definidos, por ello, en este posteo se pretende clarificar su significado.

Oración, viene del latín oratio, facultad de hablar, lenguaje, palabra. La oración es un proceso místico, interno, se basa en la ascensión de la conciencia al nivel de la divinidad, la reiterada oración, ya sea de un ensalmo propio de una religión como en el caso de una oración creada por el devoto, eleva el alma hasta el nivel de la deidad venerada, así, el devoto se imbuye de las cualidades divinas, refuerza su propio poder espiritual con el de la deidad, al unirse a ella, en este estado de comunión, trasciende las trabas terrenas, asciende la simbólica escalera de Jacob al contacto con lo divino. Es por ende, la oración, una senda unidireccional, ascendente, en que el devoto se busca liberar de las cadenas de su ego para alcanzar la armonía con la potencia divina.

Por otro lado tenemos la meditación, palabra que proviene del latín meditatio, reflexionar, pensamiento, la preparación para el ejercicio, estudio o trabajo. La meditación, como nos lo enseñan las escuelas de oriente, así como el cristianismo esotérico en occidente, radica en la liberación de la mente de toda imagen, pensamiento y sensación, en la vacuidad total, el ser interno se logra manifestar, la voz interior habla con fuerza y claridad, la divinidad interior se despliega, entregando sus bendiciones. Si la oración es una via ascendente, la meditación es una vía de interiorización, donde el hombre se libera de las ataduras de su mente para sumergirse en las profundidades de su propia alma en busca de respuestas y su verdad inmanente.

Usualmente, se confunde la meditación con la visualización, se cree que visualizar (imaginar) una serie de escenas o imágenes divinas corresponde con la meditación, esto es erróneo. Si bien la visualización puede usarse como apoyo para comenzar el proceso meditativo, esta no corresponde en si a la meditación.

La visualización busca mediante imágenes excitar la mente, focalizando su poder en una imagen determinada, la que será alimentada por las energías psíquicas, así, esta imagen puede volverse un puente que conecte con un objetivo o fuerza natural, puede con ello, llevar al alma a imbuirse de cualquier clase de energía que represente la imagen, tanto positiva como negativa, es en el fondo la herramienta principal de la magia desde el enfoque más hermético (no así con la brujería).

Muchas lineas espirituales, de mayor o menor nivel de profundidad en su conocimiento usan las visualizaciones en su trabajo, sobre esto, corresponde dar la advertencia de que se trata de una espada de doble filo, si bien puede ser muy benéfica, cuando las imágenes son positivas y luminosas, así como debidamente orientadas, puede volverse también muy dañina si las imágenes son carentes de un trasfondo espiritual o cuando, por desconocimiento, se pone en acción fuerzas superiores a lo que la voluntad de quien visualiza puede controlar, así mismo, incluso en presencia de las mejores intenciones, las fuerzas, pueden llegar a causar un daño sobre su creador o el destinatario. es por ende, la visualización una herramienta que debe ser usada con cuidado, de modo de no despertar potencias más allá de lo que el propio practicante puede manejar.

jueves, 28 de julio de 2011

Animismo en el paganismo de hoy

Según Gailyn Van Rheenan el animismo es “la creencia que seres espirituales personales y fuerzas espirituales impersonales tienen poder sobre los asuntos humanos y que, por ende, los humanos tienen que descubrir cuáles seres y fuerzas les estén impactando para que puedan determinar acciones futuras y, frecuentemente, para manipular la fuerza de ellos” y puestas así las cosas parece válido preguntarse cuánto hay de animismo en el paganismo de hoy y cuán legítimo es entender la brujería bajo esta denominación.

Es necesario antes precisar que los antropólogos y filósofos de la religión están de acuerdo en que probablemente la mayoría de las primeras manifestaciones religiosas entre los seres humanos tuvieron un carácter animista. De hecho parece inevitable que así sea. El fenómeno religioso parece incluir desde el principio y de forma espontánea la creencia de que se interactúa con entidades que están detrás del mundo visible y que ellas, así como las personas, tienen roles y poderes específicos. El mundo visible estaría sostenido por entidades espirituales invisibles. El rito haría precisamente que esas entidades ocultas se manifiesten. Todo estaría regido por este gobierno espiritual.

Ahora bien, suponer que el mundo oculta una unidad divina subyacente y que cada cosa del mundo posee un ser espiritual no es, evidentemente, lo mismo que estar convencido que una cohorte de seres variopintos y multifacéticos, benignos o malignos, están entre la divinidad y nosotros jugando un juego oculto de poderes enfrentados. Un drama cósmico entonces del que sólo somos espectadores y a veces hasta víctimas.

En cualquier caso una creencia así no pasaría de exótica o folklórica si no involucrase graves consecuencias éticas y morales. Todo “maniqueísmo” del bien y mal oculta un riesgo insalvable: Poner en cuestión la libertad humana. La creencia en cualquier lucha sagrada entre la luz y la tiniebla acarrea como consecuencia que el hombre participa del bien y del mal a expensas de su voluntad: Se creerá que el hombre ha sido creado con un germen de mal que debe amputar a fuerza de ascetismo y represión de sus pasiones o bien se tendrá la convicción ingenua de que por algún divino arte unos pocos han sido apartados del mal desde el principio y son ya desde siempre un pequeño dios. El punto álgido aquí es que no se es libre para hacer el bien por uno mismo o bien se está ya por encima del bien y del mal. En otras palabras o no somos libres en sentido estricto o poseemos una libertad omnipotente que nos permite incluso intervenir en el querer divino. Ambos extremos lo que ponen en cuestión de este modo es nuestro propio talante espiritual y la relación que este tiene con el carácter imputable (nuestra responsabilidad) de nuestros actos.

A mi parecer la creencia en “seres espirituales personales y fuerzas espirituales impersonales” entraña precisamente este vicio y pone al hombre en una falsa disyuntiva: o se está arrojado a la fatalidad del arbitrio de estas fuerzas que pueden afectarnos e incluso dañarnos si no sabemos contrarrestar sus influjos o se está gracias a un saber iniciático capacitado para dominarlas y ponerlas a nuestro servicio. Así un cierto culto podría “comprar el favor” de un dios al punto de poder hacerlo actuar según nuestro querer o una ofrenda podría apaciguar aquellas fuerzas que sin querer o poder evitarlo se han desatado en nuestra contra por capricho divino.

¿Pero qué dios/a podría ser aquél al que se puede manipular? ¿No va esto en contra de la misma idea de lo divino? ¿O que dios/a es aquel que engendra a los hombres para dejarlos a merced del choque de fuerzas de una batalla espiritual más allá de su poder y/o de su conocimiento? Un dios/a no necesita nada para ser el que es, menos aún “alimento” en forma de ritos o devociones; si me consagro al dios es para celebrarlo, para honrar su amistad conmigo, para hacerme parte consciente de su ser mayor y para encontrarle con más intensidad dentro de mí.

Concebir el culto pagano como una “transacción” en la que aplaco la ira de un dios/a con ofrendas o gano su favor y su protección con plegarias no es menos burdo que hacer mandas o pagar diezmos. Creer en entidades “menores” no es menos absurdo que creer en “santos” o en “almas en pena”. No es necesario creer que el agua posee un ondina o hada dentro suyo para celebrarla como un don divino. O que la energía sanadora de un cristal proviene de un “deva” que le subyace y no de su maravilla misma como ser natural milenario. Es cierto que bien y mal están en el dios/a pero aquí bien y mal no son valores morales o personificaciones de algún tipo; son la generación y la destrucción que está presente en todas las cosas manifestaciones de equilibrio que une y mueve el devenir del ciclo vital universal. El dios/a no está más allá del mundo emanando una reunión infinita de formas y entidades jerárquicamente ordenadas y enfrentadas en dos bandos: la luz y la tiniebla, la maldad y la bondad. Lo divino es inmanente al mundo mismo y precisamente por eso es sagrado.

Por Herodías

martes, 22 de marzo de 2011

Los elementos

Mucho se habla de los elementos, manoseándosele sin tener una clara conciencia, en ocasiones siquiera una vaga idea de que son estos.

Se sabe a un nivel casi de cultura popular, que se trata de 4 elementos, fuego, tierra, aire y agua. Muchos asumen que se trata de las representaciones literales de estos, limitando su campo de acción a propiedades e interacciones químico-físicas.

Se viene hablando de los elementos desde la antigua Grecia, partiendo con Empédocles, y luego avanzando en varias teorías de la constitución de la materia a lo largo de los siglos. Sobre esto cabe el primer punto a tratar en magia y espiritualidad, los elementos no son parte de la constitución física de las sustancias, de ello, ya mucho se ha ahondado hasta ahora en el estudio de los átomos y sus constituyentes.

Los elementos, como se les ve en el esoterismo son propiedades, cualidades de las sustancias, tanto materiales como de planos sutiles que según su predominancia van marcando las propiedades particulares de cada substancia.

Podemos esencialmente hablar de 4 elementos (dejando el éter para un estudio posterior), los cuales darán cualidades que pueden ser listados, en forma sencilla por ahora como las siguientes: Fuego, da expansión, impulso y entropía; Agua, que da contracción, fluidez y detención; Aire, que da penetración, mediación entre el fuego y el agua; Tierra, que da coagulación a los anteriores, densidad y eventualmente materialidad física.

Estas cuatro propiedades imbuyen a todo lo existente, tanto en el mundo físico, astral y mental, más aún, se propagan por todos los niveles de existencia.

Existen, claramente lugares en nuestro mundo donde estos se concentran de mayor manera, es evidente que en un volcán habrán materiales con una mayor cantidad de elemento fuego que en otras regiones, así mismo como en el mar la concentración del elemento agua es mayor que en cualquier otra parte, no obstante a esto, en cualquiera de estos ejemplos, los restantes elementos se encuentran igualmente presentes, interactuando para dar existencia a lo presente. No existe ningún sitio en el planeta donde los 4 elementos no estén presentes, ni ningún ser, cualquiera sea su especie o plano en que habite que no este formado por los 4 elementos.

Llama la atención fuertemente a quien comienza en este sendero, la existencia de seres que "habitan en los elementos", estos seres, llamados en la doctrina esotérica como "elementales" son espíritus de la naturaleza, seres creados en una linea evolutiva paralela a la humana como obreros de los procesos naturales, dentro de su propio proceso evolutivo, sus conciencias se van desarrollando mediante este indispensable servicio a la vida terrestre, alcanzando incluso altos niveles de evolución que los hacen guardianes de procesos de sus hermanos menos desarrollados.

Los elementales están formados por la presencia de los 4 elementos, si bien en diferentes proporciones, clasificándoseles a nivel macroscópico según el elemento predominante en su constitución, según el cual, acometen en sus tareas dentro del ciclo de la vida terrestre.

Dentro de esto, a los elementales del fuego se les llama en conjunto como Salamandras, a los elementales del agua se les llama ondinas, a los del aire silfos y a los de la Tierra gnomos. Si bien no se debe pensar, que todas las salamandras serán iguales en funciones y habilidades, así como no todos los obreros que trabajan en la construcción de un edificio cumplen las mismas tareas ni poseen el mismo grado de especialización. Existen especialidades dentro de ellos, niveles evolutivos diferentes y por ende, una gran gama de lideres que se encargan de orientarles en sus diversas funciones, tanto por clase como según el lugar donde se encuentran ejerciendo su trabajo.

Dentro del trabajo mágico, es posible contactarles mediante la adecuada sintonización con ellos y eventualmente, lograr un nivel de comunicación, lo que será favorecido o dificultado según como se encuentren los niveles de desarrollo de la conciencia del respectivo elemental y de quien le convoque.

Los elementales, tienen facilidad de manipular las sustancias astrales que se encuentran particularmente cargadas de los elementos que predominan en su constitución, por ende, son útil apoyo al mago experto, que habiendo logrado manipular a discreción cada uno de estos elementos, puede valerse de la hábil ayuda de los elementales para facilitar su trabajo, estos le ayudarán sin objeción e incluso con alegría, siempre y cuando, el mago posea las mismas habilidades de ellos o este llano a aprender mediante la comunicación directa con estos. El caso contrario, de un inexperto practicante de magia que trata de someter bajo su control a estos habitantes del mundo sutil, suele generar un rechazo de parte de estos o incluso su cólera, debido a que nadie se ha de someter a quien considera inferior.

El mismo Eliphas Levi dice que quien teme a ahogarse nunca dominara sobre los espíritus del agua, ni quien teme a las tormentas a los espíritus del aire. El respeto, surge de la comprensión de cada elemento en su esencia, del control sobre este y la capacidad de compenetrarse en la tarea de los espíritus de la naturaleza.

martes, 8 de marzo de 2011

El cuadrado y la Cruz Parte 2

Es probable que la cruz, en sus múltiples versiones, sea el más usado de los símbolos mágicos, de un nivel tan transcultural que en casi cualquier parte del mundo se le puede ver. En general las cruces se relacionan al espíritu y por ende al cuaternario en su modo espiritual.

Cuando hablamos de cuaternario material, como en el cuadrado, hablamos de los 4 elementos actuando en el mundo de la materia para crear en él, cuando hablamos del cuaternario espiritual, nos referimos a los principios esenciales, las raíces de los elementos, a un nivel arquetípico que se unen para generar algo.

Una de las más antiguas formas es la llamada crux quadrata o cruz griega, esta es una cruz de brazos iguales. Esta nos habla de los principios activos (línea vertical ) y los pasivos (línea horizontal ) unidos en perfecto equilibrio. Es el espíritu expresándose a través de los 4 elementos. La cruz griega representa el cuaternario espiritual neutro, es decir, no toma rol activo ni pasivo, existe en equilibrio de ambos estados.

Así por ejemplo podemos ver que la cruz griega es la base del sello usado por el mago John Dee como una de las defensas que tenia a lo largo de sus rituales de evocación de los ángeles que son conocidos como ángeles enokianos. En este sello a su vez se le nota mezclado con el nombre divino AGLA que le confiere un mayor poder al sello.

Así entonces la cruz griega fue tomada por los cristianos y usada como símbolo, para lo cual el vástago inferior fue alargado, apareciendo la cruz latina, también llamada Crux Immisa (immisa quiere decir insertada) o también llamada cruz del calvario, por simular la cruz en la cual según dicen los evangelios murió Jesús el cristo.

Existen varias formas de cruces, como la cruz de San Andrés o Cruz Decussata, la Cruz de San Antonio o Crux Commisa, también llamada Cruz en Tau y otras tantas más, diversas en sus formas que cumplen con diferentes funciones simbólicas y aplicaciones mágicas.

martes, 22 de febrero de 2011

Oráculos y Adivinación Parte 4 (Astrología)

La astrología

La astrología es tal vez uno de los más antiguos estudios de la humanidad, ya en Mesopotamia, hace más de 5000 años los sacerdotes usaban los zigurat, grandes pirámides escalonadas para observar el cielo.

La astrología se basa en el principio de correspondencia "Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba". La observación del cielo, nos da una idea clara de como se mueven las energías provenientes de este y a su vez, de como se verá afectado el ser humano por estas. Los propios chinos, desarrollaron la astrología como un sistema complementario con el Feng Shui y la medicina, abordando los tres principales aspectos, el cielo, la Tierra y el hombre.

En adelante, hablaremos solo de la astrología occidental, en vista de ser la más conocida por un lado y de tener un sistema diferente al de la astrología china.

En la astrología occidental, podemos reconocer varios elementos. Por un lado tenemos los planetas, representantes de diversas energías (frecuencias), que implican las fuerzas que entran y salen del juego, según como se mueven por el cielo; por otro lado tenemos los signos, que representan la forma en que dichas energías han de expresarse. Finalmente, existe un sistema de 12 casas, que representan el area de la vida en la cual dichas energías (planetas) se expresaran en sus diferentes formas (signos).

Un estudio astrológico serio parte por la formación de una "carta astral", la que representa la ubicación de los factores antes mencionados para una hora y ubicación precisas. Esta carta, de forma circular, tiene en el centro al planeta Tierra, y distribuye en la circunferencia a los otros 8 planetas, así como a su vez al Sol y la Luna, que astrológicamente son considerados también planetas (si bien no científicamente). La carta astral indica como se disponen los planetas con respecto a los signos y estos a su vez respecto al horizonte (sistema de casas).

El análisis de una carta astral, no solo comprende la ubicación de los planetas en los signos y casas, sino también su relación, dado que se distribuyen en una circunferencia, la distancia entre ellos, en grados, da origen a diversos aspectos, tales como la conjunción (0º), oposición (180º), trino (120º), cuadratura (90º), sextil (60º) y otros tantos más a considerar según sean las necesidades y conocimiento del astrólogo.

Todo esto redunda en que un estudio astrológico puede resultar muy completo, pero a la vez muy decidor sobre las energías que reinan en un determinado momento.

Existe un tipo particular de carta astral llamado "carta natal", la que se levanta con la hora y lugar de nacimiento de una persona en especifico, dando información sobre las condiciones que experimentará la persona a lo largo de su vida, así como sus cualidades y defectos innatos. Puede esta ser una herramienta muy útil para el autoanálisis e introspección, permitiendo ahondar en la "causa prima" de una actitud o situación en particular. Podríamos decir que la carta natal es un mapa de los niveles de conciencia de una persona.

Lo que habitualmente conoce la gente y que comúnmente se conoce como "el signo" de una persona, corresponde a la ubicación del Sol en el zodiaco al momento de nacer. Esto puede causar imprecisiones, puesto que por un lado mucha gente nacida entre los dias 20 y 22 de cada mes puede no tener claridad de su signo, ya que a diferencia de como se suele creer, el paso del Sol de un signo a otro no es siempre en el mismo día año a año. Otro elemento a considerar, es que habiendo más elementos en juego que solo el Sol, una opinión cerrada en torno a la "personalidad de los signos" puede ser apresurada, parcial y simplemente inexacta.

Una opinión astrológica completa requiere de haber levantado la carta natal de una persona, para ver los pormenores de esta. El levantar un horóscopo adecuado, parte de la carta natal de una persona y un estudio de como ella se verá afectada por el movimiento constante de los planetas, así entonces podemos ver un estudio por tránsitos, revoluciones y muchos otros medios de analizar. Algo similar pasa con la "afinidad de signos" es imprudente decir a priori que personas de determinados signos tendrán buena o mala relación, para ello, se debe primero hacer un estudio de las respectivas cartas, que puede darse por superposición o por cartas conjuntas.

Como siempre, lo que se menciona en este artículo es solo la punta del iceberg, siendo la astrología un campo de investigación muy interesante, pero a la vez, complejo y lleno de matices y versiones, ocasionalmente contrapuestas.

martes, 15 de febrero de 2011

El cuadrado y la Cruz Parte 1

El cuadrado representa el cuaternario de elementos expresado en la materia, pero de modo pasivo, es decir, no actúa, solo recibe.

Si nos fijamos a nivel histórico, los antiguos pueblos nómadas, usaban tiendas de forma circular, pero al pasar a una vida sedentaria, comienzan a aparecer construcciones con ángulos, siendo el cuadrado la base en muchos casos de las construcciones sólidas que conocemos. Esto de por si nos da una importante lección en torno a como el pensamiento del hombre pasa de un constante deambular buscando el ciclo (estación) propicia para vivir a un estado en el que fijos en una sola región deben resistir los cambios de las estaciones.

Esto nos conlleva a que la estructura social también cambia con este paso de nómada a sedentario, cuando el pueblo es nómada, todos se agrupan en torno a la línea sanguínea establecida por la madre, quien es el eje de la comunidad, pero al pasar al sedentarismo, es necesario proteger el territorio, lo que es llevado a cabo por el hombre por su mayor envergadura física, por lo que se pasa del matriarcado al patriarcado. Simbólicamente el paso del círculo al cuadrado.

Si nos fijamos en lo anterior, no es de extrañarse que el cuadrado quede fácilmente asociado a la Tierra, la solidez. Ya no se esta vagando por la tierra, sino que se elige una y sobre ella se construye el hogar y con ello una serie de “estructuras” tanto físicas como sociales, aquí es donde aparecen las jerarquías.

Así entonces el cuadrado nos habla en primer lugar de la tierra, lo concreto, lo objetivo, aquello que es tangible. Es un símbolo asociado al mundo físico y sus fenómenos.

Cuando el hombre logró desarrollar una vida sedentaria, en la cual comprendía y aprovechaba los ciclos de la naturaleza, esto le fue entregando más tiempo para poder dedicarse a la observación de su entorno, así entonces, se oriento en el espacio, con dos puntos básicos de referencia, uno el punto donde salía el Sol en la mañana y otro por el que se ocultaba al anochecer, definidos estos dos puntos pudo entonces crear dos direcciones más, opuestas entre si y con un eje perpendicular al eje trazado por el Sol.

Con esto genero un sistema de dos ejes, con cuatro puntos que orientaban su desplazamiento por la tierra, estos 4 puntos a su vez pueden ser vistos como la base de un cuadrado o de un rombo.

El rombo es lo mismo que un cuadrado, solo que girado en 90 grados, este giro simbólicamente implica un cambio en la forma de ver la realidad, el estudio y observación de la naturaleza en forma objetiva, a un estudio más subjetivo, basado en percepciones de un tipo más místico, un espacio de observación en que también tiene cabida el alma humana. Un paso en la evolución de la visión de nuestro mundo como algo más que solo lo material. Representa el mismo cuaternario material de elementos que el cuadrado, pero ahora en modo más mutable, puesto que el cambio de posición le quita la estabilidad y rigidez inicial y le da la opción de moverse y actuar, siempre en el mundo material.

Para quien tenga experiencia en magia, notará que al momento de hacer los llamados a los elementales u otras fuerzas hacia las cuatro direcciones, se forma este símbolo, estableciéndose 4 puntos que dan soporte en el mundo físico a las fuerzas trabajadas, es decir, les permiten manifestarse de un modo real a través del ritual, evitando que sus efectos se pierdan.

Por otro lado vemos los cuadros mágicos usados en la magia ceremonial, donde justamente se usa esta figura como medio de concretar las energías de la esfera cabalística trabajada.

martes, 8 de febrero de 2011

Démeter (mitologia griega)

Démeter, del griego "Diosa Madre" representa a la naturaleza nutriendo a los seres, es una de las deidades olímpicas. Fue sincretizada por los romanos con la diosa Céres.

Era madre de Perséfone y cuando ella fue raptada por Hades, entristeció tanto que la Tierra dejó de dar frutos. Durante su búsqueda, llega a Eleusis, donde se encariña con el hijo del rey a quien decidió cuidar (esto lo hacia bajo la apariencia de una mujer mortal). Le daba ambrosía y cuidados especiales y cada noche sostenía al niño sobre el fuego, quemando lentamente su parte mortal para volverlo inmortal, no obstante, la última noche la reina la vio y el niño cayó sobre el fuego, muriendo, en compensación, la diosa enseño a su hermano la agricultura.

Cuando finalmente Hades decide devolver a Perséfone a su madre por 6 meses al año, este proceso marca el comienzo de las estaciones.

Démeter representa a la madre amorosa, llena de bendiciones que entrega a sus hijos, la naturaleza llena de vida que se encarga de dar a los seres lo necesario para vivir, es una fuerza de crecimiento, abundancia y felicidad. La madre nutridora, llena de amor con el que satisface el cuerpo y alma de sus hijos.

Su búsqueda por Perséfone es la base de los misterios eleusinos, uno de los más importantes misterios iniciáticos de la antigua Grecia.

martes, 1 de febrero de 2011

El Triángulo

El triángulo es una figura geométrica de gran importancia, se le asocia a la perfección divina y a los aspectos superiores de la manifestación. Es el símbolo de la interacción de dos polos para generar un producto, activo y pasivo unidos para generar un neutro. Las fuerzas divinas se manifiestan a través del numero tres y así mismo en la mayoría de las culturas los panteones están encabezados por un ternario divino, ya sea Osiris, Isis y Horus en Egipto, Visnu, Brama y Shiva en la India, Padre, Hijo y Espíritu Santo en el cristianismo.

El tres nos habla que las interacciones entre lo dos polos que se ven representados por las dos columnas del templo se anulan dando paso a la manifestación de un tercer elemento, neutral y que es producto de las dos primeras.

El número tres encierra en si los mayores secretos alcanzables por el hombre, así es su simpleza y profundidad al mismo tiempo, muchos de estos secretos son alcanzables solo por la meditación, la que pone al hombre en contacto con su ser superior, su lado divino que se manifiesta a él a través de este ternario.

Además, la disposición triangular se asocia a los aspectos divinos, así por ejemplo, las enseñanzas de Pitágoras nos habla de la Tetraktys, expresión de las cualidades divinas, donde el 10, símbolo de la expresión total de la divinidad expresada en el mundo se dispone en modo triangular con lo cual se obtiene una serie de permutaciones que dará paso a lo que es la mayor enseñanza de los pitagóricos, la divinidad manifestándose en sistemas ternarios.

La Tetraktys

Esta se forma por 10 puntos dispuestos en forma triangular formando filas que van en aumento en la cantidad de puntos, partiendo con un punto siendo 4 en la ultima fila, así entonces, tenemos 10 puntos, formados por 1 + 2 + 3 + 4 = 10, el 10 representa el retorno a la unidad al ser reducible por 10 = 1 + 0 = 1, lo que nos habla que todo el mundo que conocemos (10) esta ligado al todo inmanifiesto (1).

Así entonces, el 1 nos habla de lo inmanifiesto, aquello que poseyendo todo el potencial de la creación aún no se desarrolla, en el 2 ya vemos la aparición de las polaridades, las que en el 3 aparecen como el ternario de la manifestación, activo, pasivo y neutro, así como también la separación de cielo, tierra e infierno., logrando en el 4 el mundo físico a través de los elementos que conforman la materia.

Así, en la disposición triangular de la tetraktys vemos el desarrollo descendente del espíritu divino al irse manifestando en la forma. Existe muchas atribuciones que se pueden dar a esta disposición, asignaciones alquímicas donde se disponen los elementos y propiedades que indican el camino de la manifestación del ser y la sublimación de la materia.

Los cabalistas también han dado atribuciones a este símbolo, disponiendo en su interior las letras del sagrado nombre de Dios, el cuaternario del Yod He Vau He, viendo en la tétrada la forma de desarrollo de la fuerza divina del tetragrámaton (las cuatro grandes letras) desde el Yod, el fuego cósmico hasta la expresión completa del Yod He Vau He, que simboliza a Dios expresándose en el mundo de la materia, siendo origen de todo lo creado.

El triángulo ceremonial

El poder del triángulo como símbolo era conocido por los magos ceremoniales de todas las eras, quienes, en su mayoría siendo iniciados sabían que con su poder y uso adecuado tendrían acceso a poderes divinos.

Así es como en los grimorios, en la sección relativa a como realizar evocación de espíritus aparece el uso del triángulo. Una evocación implica hacer que un ser de los mundos sutiles se manifieste de un modo visible a la vista astral (visión psíquica). De modo de poder comunicarse con este ser y pedirle que cumpla determinadas labores o en su defecto que entregue información a pedido.

Previo al ritual se ponía, fuera del espacio delimitado por el círculo mágico, un triángulo, se consagraba debidamente el símbolo y se conjuraba en él la fuerza de determinados espíritus que ayudarían, luego, se ponía dentro de este algún objeto que ayudase a la visión psíquica de ser necesario (en todos los casos solo una ayuda, pues el practicante de la evocación debía de tener desde antes desarrollada la visión), así entonces, una vez iniciado el ritual, y debidamente protegido el mago dentro de su circulo, con una serie de otras medidas y fuerzas acompañándolo, evocaba este al espíritu en cuestión a manifestarse dentro del triángulo mágico, así el poder del triángulo ayudaba al espíritu a tomar una forma astral que pudiera comunicarse con el mago.

Este es uno de los usos más comunes y menos comprendidos del triángulo en la magia ceremonial, debido en muchos casos a que quienes la practican desconocen en gran medida el significado de este símbolo. Cabe mencionar además que la práctica de una evocación, cualquiera sea el ser llamado, es altamente peligrosa y debe ser realizada solo por quienes tengan conocimientos profundos de la realización de un ceremonial mágico, además de la forma de defenderse de los seres en caso que estos se revelen. Además en todos los casos es necesario poseer tener visión psíquica que permita al mago saber si es que el ser, una vez concluido el ritual se ha retirado, esto antes de levantar el círculo, última barrera protectora, esto debido a que en ocasiones, los espíritus evocados se rebelan contra el mago e incluso son capaces de esperar al final del ritual a que este levante el círculo para tomar acciones en su contra.

martes, 25 de enero de 2011

Oráculos y Adivinación Parte 3 (Runas)

Las runas

Las runas, son un sistema de escritura mágico-religiosa usada por los pueblos del norte de Europa, su origen histórico data del siglo III A.C., si bien, un estudio de sus caracteres nos permite asumir que las runas se originan como la adaptación de sistemas de escritura provenientes de la cuenca del mediterráneo.

Los alfabetos rúnicos son conocidos como Futhark, en función de las primeras letras de este. Existen varios Futhark, difiriendo en la fecha que se datan y la cantidad de caracteres. El más ampliamente conocido y de mayor profundidad simbólica es el Futhark antiguo, consta de 24 caracteres, los cuales se dividen en 3 grupos de 8 llamados Aett.

Según cuenta el mito, el Dios Odin, señor de los Aessir o deidades ouránicas del panteón nórdico, en una constante búsqueda de sabiduría y conocimiento, se cuelga del árbol del mundo, llamado Yggdrasil, durante 9 días pende del árbol, hiriéndose a si mismo con su lanza en el costado, en un sacrificio a si mismo (El es la deidad superior del panteón). En el noveno día, se sumerge en las profundidades de su conciencia, rescatando de esta las runas.

Dice el mito que las runas las obtiene entre gritos, esto, es una directa alusión a que las runas son un sonido, una vibración. Así entonces, estos 24 sonidos representan los poderes extraídos de las profundidades de la Tierra (el seno de Hel, diosa de los muertos), sonidos capaces de evocar los poderes Telúricos, las fuerzas de la naturaleza.

Las runas, debidamente trazadas y evocadas, son capaces de mover los poderes internos como externos, liberar y restringir energías tanto dentro de la propia conciencia, como en el mundo externo.

Usualmente solo se conoce una faceta de las runas, la adivinatoria, si bien, pueden ser usadas para fines mágicos, debido a su poder evocatorio sobre las fuerzas de la naturaleza, para un autoanálisis mediante su aplicación adivinatoria orientada a explorar la propia mente, meditativos por poder despertar las potencias internas, etc. Como símbolos fundamentales, existe una amplia libertad a como se desee orientar las energías que mueven.

Para cualquiera de estas aplicaciones, es necesario un estudio no solo de los significados y simbolismo de cada una de ellas, sino además, comprender el contexto social en que se desarrollaron, la época en que se gestan y los dioses del panteón nórdico, ya que su esencia esta impresa en cada una de las runas.

Las runas son una herramienta tremendamente poderosa, pero como tal, requiere estudio profundo y cautela en su uso, ya que son la llave a las puertas de los misterios, las que una vez abiertas, no se pueden cerrar, por ende deben utilizarse a conciencia y con prudente modestia, para no liberar fuerzas incontrolables, sino, cortar las cadenas de la propia mente y permitir a nuestra conciencia elevarse mediante ellas.



martes, 18 de enero de 2011

Hel (mitología nórdica)

Hel es una deidad oscura, es decir, un aspecto oscuro de la Madre Cósmica, como todas las diosas oscuras, representa los aspectos más misteriosos y el poder destructivo de la naturaleza, si bien, como aspecto de la Madre Cósmica, su acción es, fundamentalmente, guiada por el amor a la creación.

Según cuenta el mito, ella es hija de Loki, dios del Caos y de una giganta llamada Angerbroda (grito de angustia), nace junto a sus hermanos el lobo Fenrir y la Serpiente Iormungand. Al ser de sangre de gigantes, representa los poderes destructivos de la naturaleza. Su nombre significa "La que todo lo cubre" y una vez nacida, Odín, padre de los dioses le da dominio sobre el mundo de los muertos, volviéndose señora sobre Helheim (Tierra de los muertos) y Niflheim (Tierra de las nieblas), ambas tierras yermas, donde la vida no prospera.

A Helheim y bajo su dominio, van todos aquellos que han muerto de vejez y enfermedad, mientras que los traidores y ladrones van a Niflheim, donde habita el dragón Nidhogg, quien devora sus cuerpos, es decir, son de Hel aquellos que mueren sin gloria.

Hel regala a Odín dos cuervos y dos lobos, los cuervos, Hugin y Munnin acompañan siempre a Odín, avisándole lo que hallará en su camino, pero también guían las almas hasta el reino de Hel. Los lobos, devoran las ofrendas que se hacen a este dios.

El perro Garm custodia la entrada de Helheim y no permite que nadie que haya entrado ahí salga. Solo un puente sobre el río Gjöll da entrada y es custodiado por la giganta Modgud, contraparte oscura del luminoso Heimdall.

En su faceta materna, se le llama Jodis, madre de los caballos, es una de las grandes disir o espíritus familiares benéficos que encarnan la protección de los antepasados femeninos.

El reino de Hel es sombrío, decadente, ahí es donde lo que en el mundo visible ha brillado se desintegra en la oscuridad, reciclándose, volviendo al seno de la Tierra misma a transformarse.

Hel, como diosa oscura es una de las figuras más interesantes de la mitología nórdica, incluso se dice que las runas son gestadas en su seno, donde Odín las obtiene en su acto de sacrificio.

En el final de los tiempos, el Ragnarok, Hel junto con sus inquilinos se levantarán en armas contra los dioses, en esta apocalíptica visión del fin del proceso, se nos muestra, simbólicamente, como el final de nuestro proceso interno de desarrollo implica enfrentar nuestra herencia, familiar y cultural, para sublimar todo en un nuevo mundo, que nacerá de las cenizas del mundo antiguo.



martes, 11 de enero de 2011

La Linea Recta

Existe una gran cantidad de símbolos muy simples pero no por ello menos poderosos al saber usarlos correctamente, uno de ellos es la línea, en este caso veremos la línea vertical. Esta línea simboliza el número 1, con lo que encarna los poderes creadores del todo.

Es también una línea de conexión entre lo alto y lo bajo, con lo cual se hace vehículo del cumplimiento del axioma hermético “Como es arriba es abajo…” es un conector de planos, por lo que mágicamente es usado para representar el descenso de las fuerzas. Pero el axioma también nos dice “…así como lo que es abajo es arriba” por lo tanto este símbolo también representa el ascenso de las fuerzas que se han hecho descender una vez que su presencia no es requerida. Aquí la línea vertical pasa de ser un simple símbolo a ser un vector (es decir, tiene largo, dirección y sentido).

La línea vertical es un símbolo fálico, un símbolo de un carácter totalmente activo, lo que lo hace algo inestable. Es un símbolo del poder Yang. Si bien en magia se puede usar para hacer descender una fuerza, en ningún caso implica que esta fuerza deberá quedarse abajo, por ende, debe ser mezclada con otros símbolos.

Esta línea es representada por el bastón del mago, con el cual toma las fuerzas de lo alto y las hace descender hasta su propio nivel.

La línea horizontal nos habla de las energías en su modo pasivo, representa la inacción, puesto que el movimiento horizontal implica no cambiar su estado, fluir en un mismo nivel, ni subiendo ni bajando.

Es la línea del horizonte, donde todas las cosas quedan a la altura de nuestros ojos, es decir, en nuestro propio nivel. A diferencia de la línea vertical que es activa y desplaza en niveles, esta línea mantiene las cosas siempre en un mismo alcance.


martes, 4 de enero de 2011

Oráculos y Adivinación Parte 2 (Tarot)

El Tarot

Mucha discusión se genera entorno al origen de esta técnica, la mayor parte de ella infructuosa. Se dice en círculos ocultistas e iniciáticos que su origen radica en el antiguo Egipto, de donde luego se extendió a otras naciones de la cuenca del Mediterráneo. Originalmente habría sido usado (y aún hoy en día lo es) como un canal para transmitir profundas enseñanzas esotéricas que no pueden ser pronunciadas, más allá de un secretismo, porque hay elementos que no pueden ser representados fielmente por la palabra, sino que son descubiertos por el sensor interno de nuestra alma.

Estructuralmente, se divide en dos grandes grupos, conocidos como arcanos mayores y arcanos menores. Los primeros, son 22 láminas que representan el acontecer interno, el sentir del alma. Por otro lado, los arcanos menores son 56 láminas, divididas en 4 "palos" cada uno de 14, representando estos los 4 elementos, en cada palo encontramos 10 cartas numeradas de 1 a 10 y 4 "cortesanos", paje, caballero, reina y rey, representando cualidades de los elementos en cuestión.

La combinación de los 4 elementos, presentes en los arcanos menores y el alma, representada por los arcanos mayores, hace del Tarot una herramienta altamente completa para el análisis de situaciones internas, pudiendo a través de ella identificarse rápidamente los fenómenos que afectan una situación así como sus causas en los planos internos.

Una completa formación en el Tarot puede consumir varios años de estudio, práctica, análisis y meditación, una guía adecuada para poder sondar más allá de los elementos aparentes y comprender el significado esotérico y oculto de cada arcano, más allá de lo folklórico y funcional.

Existe en el mercado una amplia gana de juegos de Tarot, nacidos de la creatividad de diferentes artistas y ocultistas en muchas épocas; muchos juegos comerciales no pasan de ser cartas de colección, con motivos de un libro o estilo artístico, otros han nacido como resultado de profundos estudios y exploraciones de los planos internos por parte de eximios ocultistas.

Si bien existe un trasfondo común a todas las barajas de Tarot en el comercio, cada una tiene particularidades, en pro y en contra también que les dan su "carácter", de ahí que cada persona que desee estudiar tarot deba elegir cuidadosamente cual trabajar, idealmente guiado por una persona que haya explorado el sendero místico y ocultista que hay tras este sistema, a la vez tan conocido e ignorado; conocido por la mayor parte de la gente, es ampliamente ignorado su verdadero trasfondo, incluso por muchos de los que se dedican a la práctica de este sistema.