martes, 28 de diciembre de 2010

El círculo

El círculo es uno de los símbolos más difundidos y conocidos, no obstante uno de los que usualmente es menos entendido y muchas veces infravalorado o malinterpretado.

Geométricamente hablando, el círculo es un conjunto de puntos en un plano que cumplen con estar equidistantes a un punto en el mismo plano, este punto es conocido como centro, mientras que la distancia es conocida como radio.

Consideremos primero esta descripción matemática, sobre esto hagamos una afirmación, que el centro sea la divinidad (Dios, Alah, Krishna, Gran espíritu, o como prefieras llamarle), entonces, quiere decir que todos los puntos que conforman el circulo están a igual distancia de la divinidad. Así entonces en cualquier punto del círculo esta igualmente distante de la divinidad.

Afirmemos ahora que los puntos del círculo son los espíritus de los seres del universo, esto querría decir entonces que todos los seres del universo están a la misma distancia de la divinidad.

Con estas dos simples afirmaciones podemos decir que una de las enseñanzas del círculo es que sin importar ninguna diferencia, todos los seres están a igual distancia de la divinidad, si consideramos a esta como un estado de vibración y conciencia infinita (matemáticamente el radio crece hasta el infinito), entonces tendremos que al momento de buscar el contacto con las fuerzas divinas todos los seres tenemos el mismo potencial de alcanzarla, por estar todos a igual distancia de la divinidad.

La conclusión anterior nos entrega un dato muy valioso, pues nos otorga el poder de contactar a la divinidad directamente sin necesidad de intermediarios, puesto que todos somos seres espirituales.

Podemos obtener una segunda conclusión, el círculo es un continuo, los puntos que la forman están todos unidos, por ello si consideramos a dichos puntos son los espíritus de los seres del universo, nos dice que todo ser en el universo esta en íntimo contacto con el resto a nivel espiritual, por ende en primer lugar nunca nadie esta solo, en segundo lugar lo que le sucede a uno afecta a todo el conjunto.

Psicológicamente hablando, el círculo representa la totalidad del ser psíquico, así entonces podemos relacionarlo con un estado de plenitud en el cual todo lo que sucede en nuestra psiquis esta integrado y forma parte de un continuo, sin bloqueos, el resultado de la unión de consciente, inconsciente y supraconsciente.

A niveles mágicos se habla mucho sobre el uso del círculo como una protección o como un contenedor de energía, si bien ambas afirmaciones son ciertas, es infravalorar el poder de este símbolo. La verdadera esencia y poder del círculo radica en su simbolismo antes descrito, cuando el mago se ubica en el centro del circulo, ocupa el lugar que es propio de la divinidad, esto quiere decir que reconoce el espíritu divino que habita en él y por ende su capacidad de ejercer su voluntad sobre el universo, es la afirmación de que es un ser espiritual con el poder otorgado por la divinidad misma de crear cambios en su universo.

Podemos ver otros tantos ejemplos de la importancia y simbolismo del círculo, por ejemplo que en el antiguo Egipto el Sol, dador de vida y luz era representado por un circulo. Igualmente la Luna presenta una apariencia circular en su fase de plenilunio. Incluso los antiguos astrólogos pudieron darse cuenta de que en su recorrido por el cielo los planetas y estrellas van trazando un círculo.

El círculo es un símbolo que representa a la divinidad en su primera forma manifiesta, el principio de la creación de los mundos se ve representado en él.
Círculo en la Magia

El círculo es un símbolo ampliamente usado en magia, su poder deriva de lo anteriormente dicho. Existen varias formas de usarlo, pero en este caso veremos la más común de todas.

Usualmente el circulo es trazado al inicio de un ritual mágico a un nivel energético (en ocasiones antes se traza físicamente también). El objetivo es delimitar un espacio ritual, con condiciones especificas.

• Al poseer forma circular evoca la conexión con lo divino, siendo un punto de conexión con las fuerzas espirituales.
• El espacio es impenetrable energéticamente excepto para las fuerzas llamadas a él.
• Actuar de contenedor de las fuerzas llamadas, evitando que se dispersen.

De estas tres funciones la principal es la primera, puesto que una operación mágica debe tener un vínculo con las fuerzas divinas.

Para el trazado del círculo se usa herramientas mágicas proyectivas o en su defecto tres dedos de la mano de poder para dirigir las energías sobre la tierra, demarcando así la figura. El símbolo en sí debe ser visto en color azul-plateado, con la firme convicción de que cumplirá con las características antes mencionadas.

En forma complementaria a la acción del círculo mágico se suele usar algunas conjuraciones para hacerlo más fuerte o en su defecto, invocarse algunos seres que sean capaces fortalecerle.

Se debe tener cuidado al operar dentro del círculo de no moverse más allá del límite de este, puesto que la barrera energética que este levanta al ser trazado es fácil de romper y puede provocar una grieta que haga que pierda en parte sus cualidades para las cuales es usado. En caso de pasarse a llevar dicho límite, no queda otra opción que volver a trazar el círculo y reanudar la operación mágica.

Existe una tendencia a abusar del círculo, en el sentido de usarlo en todos los casos, siendo que su utilidad es más bien para rituales mágicos y no algo que se debería usar con mayor frecuencia, si bien existen algunas personas que creen que cada vez que meditan deben trazar el círculo, grave error, pues es un uso poco consciente del símbolo, su poder, importancia y trascendencia mística.

martes, 21 de diciembre de 2010

Oráculos y Adivinación Parte 1

Si revisamos en la RAE hallaremos que:

oráculo.

(Del lat. oracŭlum).
1. m. Respuesta que da Dios o por sí o por sus ministros.
2. m. Contestación que las pitonisas y sacerdotes de la gentilidad pronunciaban como dada por los dioses a las consultas que ante sus ídolos se hacían.
3. m. Lugar, estatua o simulacro que representaba la deidad cuyas respuestas se pedían.


De esto podemos comenzar a analizar. Ante el primer punto podemos decir que el oráculo nos conecta con lo divino, es la respuesta de la deidad interior, la voz de la sabiduria y lo trascendente.
En el segundo punto reconocemos la presencia de una tercera persona, quien actúa como canal de comunicación entre la sabiduría y el consultante, siendo esa persona el oráculo.
En el tercer punto es donde hallamos los sitios dedicados a la adoración de deidades que otorgan su sabiduría, un ejemplo son los templos en la antigua Grecia, tales como Dódona y Delfos.
Podríamos decir, en términos más amplios, que el oráculo es la persona, que ha desarrollado en si la capacidad de contactar con su sabiduría interna y la de la naturaleza (y sus dioses) para poder dar un augurio, realizando la practica de adivinación.
Aquí entonces nos convendría definir que es adivinación. Este término viene del latín "divinatio", que significa "que viene de los dioses". Así entonces, podemos decir que la adivinación es la capacidad de desvelar los designios de los dioses, haciendo aquí la mención que puede tratarse tanto de los dioses de la naturaleza, los dioses de los hombres o la propia divinidad interior.
Existen muchas técnicas de adivinación disponibles para quien desea obrar de oráculo. Dafnomancia, aeromancia, tarot, runas, etc.... etc... etc... la clasificación de ellas es trivial, no existe ninguna mejor que otra, ya que la técnica es solo un punto focal para que el oráculo realice su acción. Las estériles discusiones sobre cual técnica es mejor solo son una evidencia del ego de quien practica una u otra, si bien, ciertamente, cada persona debe elegir cual es más afín a sus capacidades, intereses y sentir.


¿Como funciona la adivinación?

Todo se sustenta en el segundo principio hermético, de correspondencia "Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba." de esto, deducimos que lo que lee el oráculo es información que se halla plasmada en los planos sutiles y que por acción de la corriente materializadora de energías ha de manifestarse físicamente. Así mismo, se nos muestra quienes somos interiormente, como nuestras fuerzas internas, a frecuentemente en pugna buscan expresarse en nuestra realidad física, hallamos en la adivinación un reflejo de nuestro mundo interno, de las necesidades de nuestro ser interno que buscan imponerse por sobre las necesidades artificiales que vienen del mundo exterior que nos bombardea diariamente de objetivos e ideas que no necesariamente son las que satisfacen nuestras necesidades, sino las de otros.
Los oráculos funcionan en base a símbolos, estos pueden ser universales, experiencias e imágenes presentes en el inconsciente colectivo, es decir, que son compartidas por todas la humanidad. Imágenes como el padre, la madre, nacer, morir, viajar, buscar, meditar, etc.
Existen otras imágenes que son propias de cada persona, creadas en base de su experiencia única, interpretables solo por la persona en cuestión.
En general, una lectura oracular presentará una mezcla de imágenes universales o arquetípicas y personales. Se requiere madurez, auto-crítica y años de práctica para poder diferenciar entre unas y otras y hacer buen uso de ellas durante una lectura oracular.

¿Que se puede obtener de un oráculo?
A través del uso de los métodos adivinatorios se puede obtener muchas cosas, según la habilidad, intención y orientación de quien realiza la lectura.
  1. Saber el pasado.
  2. Saber el presente.
  3. Saber el futuro.
  4. Entender las problemáticas de la mente y el alma.
  5. Reconocer nuestros potenciales y desarrollarlos.

¿Existen condiciones para la práctica oracular?
Se suele decir que para la práctica de la adivinación, que se debe tener "el don" o "ser especial", también se suele decir que se debe venir de una familia en que exista gente con habilidades para la adivinación. Todo esto es una mentira, no existe tal como gente elegida para realizar estas prácticas, toda persona posee la condición esencial que es la presencia de la divinidad en su interior.
Ciertamente existen personas con capacidades más desarrolladas, no obstante, con una formación adecuada, dedicación y práctica constante cualquier persona puede llegar a volverse un buen oráculo.
Quienes dicen que se requieren condiciones especiales suelen hacerlo por la necesidad de sentirse superiores "yo puedo, soy especial, tu no puedes, no eres especial". Además tienden a mitificar también en torno a condiciones como el cobrar por las lecturas, unos diciendo que no se debe, otros que se debe cobrar siempre, ambos extremos inadecuados. Cuando alguien solicita nuestra ayuda debemos prestársela en toda situación, no obstante, queda a nuestro criterio si a cambio pediremos una remuneración por ello, si bien no por la lectura en si, sino por el tiempo invertido en orientar a la persona, ya que el tiempo de cada persona es valioso y no debe dejar de ser compensado a menos que se desee dar esa dedicación como un obsequio.