martes, 21 de diciembre de 2010

Oráculos y Adivinación Parte 1

Si revisamos en la RAE hallaremos que:

oráculo.

(Del lat. oracŭlum).
1. m. Respuesta que da Dios o por sí o por sus ministros.
2. m. Contestación que las pitonisas y sacerdotes de la gentilidad pronunciaban como dada por los dioses a las consultas que ante sus ídolos se hacían.
3. m. Lugar, estatua o simulacro que representaba la deidad cuyas respuestas se pedían.


De esto podemos comenzar a analizar. Ante el primer punto podemos decir que el oráculo nos conecta con lo divino, es la respuesta de la deidad interior, la voz de la sabiduria y lo trascendente.
En el segundo punto reconocemos la presencia de una tercera persona, quien actúa como canal de comunicación entre la sabiduría y el consultante, siendo esa persona el oráculo.
En el tercer punto es donde hallamos los sitios dedicados a la adoración de deidades que otorgan su sabiduría, un ejemplo son los templos en la antigua Grecia, tales como Dódona y Delfos.
Podríamos decir, en términos más amplios, que el oráculo es la persona, que ha desarrollado en si la capacidad de contactar con su sabiduría interna y la de la naturaleza (y sus dioses) para poder dar un augurio, realizando la practica de adivinación.
Aquí entonces nos convendría definir que es adivinación. Este término viene del latín "divinatio", que significa "que viene de los dioses". Así entonces, podemos decir que la adivinación es la capacidad de desvelar los designios de los dioses, haciendo aquí la mención que puede tratarse tanto de los dioses de la naturaleza, los dioses de los hombres o la propia divinidad interior.
Existen muchas técnicas de adivinación disponibles para quien desea obrar de oráculo. Dafnomancia, aeromancia, tarot, runas, etc.... etc... etc... la clasificación de ellas es trivial, no existe ninguna mejor que otra, ya que la técnica es solo un punto focal para que el oráculo realice su acción. Las estériles discusiones sobre cual técnica es mejor solo son una evidencia del ego de quien practica una u otra, si bien, ciertamente, cada persona debe elegir cual es más afín a sus capacidades, intereses y sentir.


¿Como funciona la adivinación?

Todo se sustenta en el segundo principio hermético, de correspondencia "Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba." de esto, deducimos que lo que lee el oráculo es información que se halla plasmada en los planos sutiles y que por acción de la corriente materializadora de energías ha de manifestarse físicamente. Así mismo, se nos muestra quienes somos interiormente, como nuestras fuerzas internas, a frecuentemente en pugna buscan expresarse en nuestra realidad física, hallamos en la adivinación un reflejo de nuestro mundo interno, de las necesidades de nuestro ser interno que buscan imponerse por sobre las necesidades artificiales que vienen del mundo exterior que nos bombardea diariamente de objetivos e ideas que no necesariamente son las que satisfacen nuestras necesidades, sino las de otros.
Los oráculos funcionan en base a símbolos, estos pueden ser universales, experiencias e imágenes presentes en el inconsciente colectivo, es decir, que son compartidas por todas la humanidad. Imágenes como el padre, la madre, nacer, morir, viajar, buscar, meditar, etc.
Existen otras imágenes que son propias de cada persona, creadas en base de su experiencia única, interpretables solo por la persona en cuestión.
En general, una lectura oracular presentará una mezcla de imágenes universales o arquetípicas y personales. Se requiere madurez, auto-crítica y años de práctica para poder diferenciar entre unas y otras y hacer buen uso de ellas durante una lectura oracular.

¿Que se puede obtener de un oráculo?
A través del uso de los métodos adivinatorios se puede obtener muchas cosas, según la habilidad, intención y orientación de quien realiza la lectura.
  1. Saber el pasado.
  2. Saber el presente.
  3. Saber el futuro.
  4. Entender las problemáticas de la mente y el alma.
  5. Reconocer nuestros potenciales y desarrollarlos.

¿Existen condiciones para la práctica oracular?
Se suele decir que para la práctica de la adivinación, que se debe tener "el don" o "ser especial", también se suele decir que se debe venir de una familia en que exista gente con habilidades para la adivinación. Todo esto es una mentira, no existe tal como gente elegida para realizar estas prácticas, toda persona posee la condición esencial que es la presencia de la divinidad en su interior.
Ciertamente existen personas con capacidades más desarrolladas, no obstante, con una formación adecuada, dedicación y práctica constante cualquier persona puede llegar a volverse un buen oráculo.
Quienes dicen que se requieren condiciones especiales suelen hacerlo por la necesidad de sentirse superiores "yo puedo, soy especial, tu no puedes, no eres especial". Además tienden a mitificar también en torno a condiciones como el cobrar por las lecturas, unos diciendo que no se debe, otros que se debe cobrar siempre, ambos extremos inadecuados. Cuando alguien solicita nuestra ayuda debemos prestársela en toda situación, no obstante, queda a nuestro criterio si a cambio pediremos una remuneración por ello, si bien no por la lectura en si, sino por el tiempo invertido en orientar a la persona, ya que el tiempo de cada persona es valioso y no debe dejar de ser compensado a menos que se desee dar esa dedicación como un obsequio.

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