martes, 1 de febrero de 2011

El Triángulo

El triángulo es una figura geométrica de gran importancia, se le asocia a la perfección divina y a los aspectos superiores de la manifestación. Es el símbolo de la interacción de dos polos para generar un producto, activo y pasivo unidos para generar un neutro. Las fuerzas divinas se manifiestan a través del numero tres y así mismo en la mayoría de las culturas los panteones están encabezados por un ternario divino, ya sea Osiris, Isis y Horus en Egipto, Visnu, Brama y Shiva en la India, Padre, Hijo y Espíritu Santo en el cristianismo.

El tres nos habla que las interacciones entre lo dos polos que se ven representados por las dos columnas del templo se anulan dando paso a la manifestación de un tercer elemento, neutral y que es producto de las dos primeras.

El número tres encierra en si los mayores secretos alcanzables por el hombre, así es su simpleza y profundidad al mismo tiempo, muchos de estos secretos son alcanzables solo por la meditación, la que pone al hombre en contacto con su ser superior, su lado divino que se manifiesta a él a través de este ternario.

Además, la disposición triangular se asocia a los aspectos divinos, así por ejemplo, las enseñanzas de Pitágoras nos habla de la Tetraktys, expresión de las cualidades divinas, donde el 10, símbolo de la expresión total de la divinidad expresada en el mundo se dispone en modo triangular con lo cual se obtiene una serie de permutaciones que dará paso a lo que es la mayor enseñanza de los pitagóricos, la divinidad manifestándose en sistemas ternarios.

La Tetraktys

Esta se forma por 10 puntos dispuestos en forma triangular formando filas que van en aumento en la cantidad de puntos, partiendo con un punto siendo 4 en la ultima fila, así entonces, tenemos 10 puntos, formados por 1 + 2 + 3 + 4 = 10, el 10 representa el retorno a la unidad al ser reducible por 10 = 1 + 0 = 1, lo que nos habla que todo el mundo que conocemos (10) esta ligado al todo inmanifiesto (1).

Así entonces, el 1 nos habla de lo inmanifiesto, aquello que poseyendo todo el potencial de la creación aún no se desarrolla, en el 2 ya vemos la aparición de las polaridades, las que en el 3 aparecen como el ternario de la manifestación, activo, pasivo y neutro, así como también la separación de cielo, tierra e infierno., logrando en el 4 el mundo físico a través de los elementos que conforman la materia.

Así, en la disposición triangular de la tetraktys vemos el desarrollo descendente del espíritu divino al irse manifestando en la forma. Existe muchas atribuciones que se pueden dar a esta disposición, asignaciones alquímicas donde se disponen los elementos y propiedades que indican el camino de la manifestación del ser y la sublimación de la materia.

Los cabalistas también han dado atribuciones a este símbolo, disponiendo en su interior las letras del sagrado nombre de Dios, el cuaternario del Yod He Vau He, viendo en la tétrada la forma de desarrollo de la fuerza divina del tetragrámaton (las cuatro grandes letras) desde el Yod, el fuego cósmico hasta la expresión completa del Yod He Vau He, que simboliza a Dios expresándose en el mundo de la materia, siendo origen de todo lo creado.

El triángulo ceremonial

El poder del triángulo como símbolo era conocido por los magos ceremoniales de todas las eras, quienes, en su mayoría siendo iniciados sabían que con su poder y uso adecuado tendrían acceso a poderes divinos.

Así es como en los grimorios, en la sección relativa a como realizar evocación de espíritus aparece el uso del triángulo. Una evocación implica hacer que un ser de los mundos sutiles se manifieste de un modo visible a la vista astral (visión psíquica). De modo de poder comunicarse con este ser y pedirle que cumpla determinadas labores o en su defecto que entregue información a pedido.

Previo al ritual se ponía, fuera del espacio delimitado por el círculo mágico, un triángulo, se consagraba debidamente el símbolo y se conjuraba en él la fuerza de determinados espíritus que ayudarían, luego, se ponía dentro de este algún objeto que ayudase a la visión psíquica de ser necesario (en todos los casos solo una ayuda, pues el practicante de la evocación debía de tener desde antes desarrollada la visión), así entonces, una vez iniciado el ritual, y debidamente protegido el mago dentro de su circulo, con una serie de otras medidas y fuerzas acompañándolo, evocaba este al espíritu en cuestión a manifestarse dentro del triángulo mágico, así el poder del triángulo ayudaba al espíritu a tomar una forma astral que pudiera comunicarse con el mago.

Este es uno de los usos más comunes y menos comprendidos del triángulo en la magia ceremonial, debido en muchos casos a que quienes la practican desconocen en gran medida el significado de este símbolo. Cabe mencionar además que la práctica de una evocación, cualquiera sea el ser llamado, es altamente peligrosa y debe ser realizada solo por quienes tengan conocimientos profundos de la realización de un ceremonial mágico, además de la forma de defenderse de los seres en caso que estos se revelen. Además en todos los casos es necesario poseer tener visión psíquica que permita al mago saber si es que el ser, una vez concluido el ritual se ha retirado, esto antes de levantar el círculo, última barrera protectora, esto debido a que en ocasiones, los espíritus evocados se rebelan contra el mago e incluso son capaces de esperar al final del ritual a que este levante el círculo para tomar acciones en su contra.

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