martes, 15 de febrero de 2011

El cuadrado y la Cruz Parte 1

El cuadrado representa el cuaternario de elementos expresado en la materia, pero de modo pasivo, es decir, no actúa, solo recibe.

Si nos fijamos a nivel histórico, los antiguos pueblos nómadas, usaban tiendas de forma circular, pero al pasar a una vida sedentaria, comienzan a aparecer construcciones con ángulos, siendo el cuadrado la base en muchos casos de las construcciones sólidas que conocemos. Esto de por si nos da una importante lección en torno a como el pensamiento del hombre pasa de un constante deambular buscando el ciclo (estación) propicia para vivir a un estado en el que fijos en una sola región deben resistir los cambios de las estaciones.

Esto nos conlleva a que la estructura social también cambia con este paso de nómada a sedentario, cuando el pueblo es nómada, todos se agrupan en torno a la línea sanguínea establecida por la madre, quien es el eje de la comunidad, pero al pasar al sedentarismo, es necesario proteger el territorio, lo que es llevado a cabo por el hombre por su mayor envergadura física, por lo que se pasa del matriarcado al patriarcado. Simbólicamente el paso del círculo al cuadrado.

Si nos fijamos en lo anterior, no es de extrañarse que el cuadrado quede fácilmente asociado a la Tierra, la solidez. Ya no se esta vagando por la tierra, sino que se elige una y sobre ella se construye el hogar y con ello una serie de “estructuras” tanto físicas como sociales, aquí es donde aparecen las jerarquías.

Así entonces el cuadrado nos habla en primer lugar de la tierra, lo concreto, lo objetivo, aquello que es tangible. Es un símbolo asociado al mundo físico y sus fenómenos.

Cuando el hombre logró desarrollar una vida sedentaria, en la cual comprendía y aprovechaba los ciclos de la naturaleza, esto le fue entregando más tiempo para poder dedicarse a la observación de su entorno, así entonces, se oriento en el espacio, con dos puntos básicos de referencia, uno el punto donde salía el Sol en la mañana y otro por el que se ocultaba al anochecer, definidos estos dos puntos pudo entonces crear dos direcciones más, opuestas entre si y con un eje perpendicular al eje trazado por el Sol.

Con esto genero un sistema de dos ejes, con cuatro puntos que orientaban su desplazamiento por la tierra, estos 4 puntos a su vez pueden ser vistos como la base de un cuadrado o de un rombo.

El rombo es lo mismo que un cuadrado, solo que girado en 90 grados, este giro simbólicamente implica un cambio en la forma de ver la realidad, el estudio y observación de la naturaleza en forma objetiva, a un estudio más subjetivo, basado en percepciones de un tipo más místico, un espacio de observación en que también tiene cabida el alma humana. Un paso en la evolución de la visión de nuestro mundo como algo más que solo lo material. Representa el mismo cuaternario material de elementos que el cuadrado, pero ahora en modo más mutable, puesto que el cambio de posición le quita la estabilidad y rigidez inicial y le da la opción de moverse y actuar, siempre en el mundo material.

Para quien tenga experiencia en magia, notará que al momento de hacer los llamados a los elementales u otras fuerzas hacia las cuatro direcciones, se forma este símbolo, estableciéndose 4 puntos que dan soporte en el mundo físico a las fuerzas trabajadas, es decir, les permiten manifestarse de un modo real a través del ritual, evitando que sus efectos se pierdan.

Por otro lado vemos los cuadros mágicos usados en la magia ceremonial, donde justamente se usa esta figura como medio de concretar las energías de la esfera cabalística trabajada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario