Existen múltiples caminos y formas de
abordar la magia, dependiendo esencialmente de la filosofía sobre la
cual es construida cada camino y el paradigma que esta abarca. Algunos
de estos paradigmas tienden a desvincular la magia de otras ramas del
conocimiento, dejándola separada de la astrología, adivinación o de la
sanación, lo que eventualmente forma una brecha en que los
representantes de cada rama se considera un ente separado de los de
otras.
Esto
no pasa de ser el ego humano tratando de separar y clasificar las cosas
para obtener a través de ello una satisfacción en ser “mejor que el
otro”, no obstante no aborda la verdadera esencia de estos caminos.
La magia es la conciencia plena de la conexión con el universo y se manifiesta en todas sus modalidades, el devenir de los astros, la comprensión de lo eventos en forma independiente del tiempo o espacio, la sanación de enfermedades o el contacto con fuerzas y seres de otras realidades espirituales no son más que facetas de un diamante que es la magia en si.
La magia es la conciencia plena de la conexión con el universo y se manifiesta en todas sus modalidades, el devenir de los astros, la comprensión de lo eventos en forma independiente del tiempo o espacio, la sanación de enfermedades o el contacto con fuerzas y seres de otras realidades espirituales no son más que facetas de un diamante que es la magia en si.
Todo
intento de separar o clasificar y volver independiente una de ellas del
resto no resulta más que en un fracaso que será tomado por el ego de un
modo que le permita justificarse, es decir, separando más aún.
Según Aleister Crowley, uno de los mayores magos del siglo XX la magia se puede definir como:
Según Aleister Crowley, uno de los mayores magos del siglo XX la magia se puede definir como:
Magia es la ciencia y arte de causar cambio en conformidad con la Voluntad.
Así
entonces todo acto de la voluntad que genere un cambio puede ser
clasificado como magia, por ende no existe prácticamente ninguna
separación ni entre las ramas de las artes ocultas e incluso ni siquiera
con muchos actos de la vida cotidiana.
Hace millones de años el
universo se formó, nuestros átomos han estado presentes en él en
diversas formas desde ese momento, por ende, cada parte de nuestro ser
esta directamente relacionada con el universo mismo, no existe un
esfuerzo en contactarnos con la naturaleza, somos parte de ella por
tanto nunca rompemos la conexión, solamente, en algún rincón de nuestra
mente el ego la relega para no reconocerla, para sentirse único y
diferente, no obstante sus esfuerzos, basta solo dejarse llevar y se
logra sentir nuevamente ese contacto, esa realidad superior a la que
estamos unidos.
Por el simple hecho de ser parte de la
naturaleza, la magia es algo tan natural para nosotros como respirar,
ver u oír, todo lo que sucede en nosotros, todo lo que nos rodea, todo
lo que vemos o percibimos de cualquier modo esta imbuído en magia, esto
implica que la magia no es algo que debamos lograr, es algo que poseemos
y que solo debemos aprender a usar.
La magia entonces implica
comprensión de la naturaleza propia y externa, vinculando ambas al
reconocer que el ser humano es parte de la naturaleza. No se puede ver
entonces nada antinatural en la magia, pues no contraviene sus normas
sino que se vale de ellas para realizar sus actos. El alquimista
Paracelso dijo:
La magia es natural puesto que la naturaleza es mágica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario